Por Merle Guadarrama
Cuando los bebés cumplen un año y comienzan a comer casi de todo es cuando más nos llegan las dudas de qué y cómo pueden comer. Dejar la mamila y dar el siguiente paso es uno de esos temas que no sabemos en qué momento hacerlo.
Para ser sincera me ha costado un poquito de trabajo y lo que he hecho es sólo darle la mamila en la noche porque se arrulla.
Durante el día como asiste a la guardería pues se me ha facilitado con la ayuda de sus maestras y me echan la mano para que Alonso no se me haga tan flojito y comience a usar el vaso entrenador.
Primero comencé a darle juguitos pues el agua como que le hace cara de "fuchi". Le pregunté a su pediatra y me dijo que era normal que el “paso” les costara un poco de trabajo pues el sabor de la leche y el “calor de mamá” que ofrece la mamila es difícil de soltar.
Y si a esto le sumamos darle agua simple o de sabor pues aún es más complicado pero lo que hice fue ir poco a poco para que vaya aceptando el vaso.
Primero le di agua o jugo en esas botellas de Bonafont que su presentación traen como chupón para que no fuera tan drástico el cambio y además se familiarizará con el sabor.
Al paso de una o dos semanas se la di en vasito entrenador, éstos son muy llamativos o con figuras que les llame la atención.
Y así, suena fácil pero tiene su complejidad, poco a poco Alonso bebe agua y jugo en su vasito y la mamila sólo la agarra en la noche cuando le toca tomar su leche y soñar e ir armando sus sueños…
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