jueves, 11 de diciembre de 2014

Aprendiendo a poner límites

Por Sonia Soto Maya




Nos guste o no, vivimos en una sociedad en la que existen reglas y sobre ellas debemos educar a nuestros hijos. Reglas tan elementales como la sana convivencia, el respeto a los demás, la tolerancia, son conceptos que nuestros hijos deben entender y practicar para poder interrelacionarse en ella.

Sí, ya sé que decirlo se escucha muy sencillo, también sé que ponerlo en práctica es quizá lo más difícil de ello, sin embargo, es necesario que lo hagamos porque de lo contrario nuestros hijos podrían pensar que pueden andar a diestra y siniestra haciendo destrozos porque no fuimos capaces de decir no y poner límites.

Esta parte en especial es lo más duro que nos toca como padres, constantemente me pregunto si lo estoy haciendo correctamente ¿ustedes no? Por ello decidí que por el momento, y hasta que mi hija tenga la capacidad de tomar decisiones y asumirlas, yo soy la adulta aquí, y por lo tanto soy quien decide.

Puede parecer una frase muy autoritaria, pero piensen por un momento en mamás que permiten todo a sus hijos y en cuanto menos se dan cuenta éstos ya no reciben indicaciones ni les hacen el mejor caso: algo tan sencillo como ponerles el sueter, porque está comenzando a sentirse frío, puede convertirse en una verdadera batalla campal.

Antes decían que una nalgada a tiempo podría evitar muchos dolores de cabeza, aunque no estoy de acuerdo con educarles de esta manera, sí estoy de acuerdo en que hay que comenzar primero con el respeto hacia su círculo más cercano: padres y abuelos.

No podemos permitir que nos vean con ojos de pistola, mucho menos que a la menor provocación nos levanten la voz, claro que ello también requiere comenzar por nosotros y enseñarlos con el ejemplo, ya saben lo que dicen, las palabras educan, pero el ejemplo arrasa.

Una forma que yo encontré para que Ana Luisa comenzara a integrarse a las reglas de la casa fueron sus juguetes, las primeras veces después de que jugaba yo le enseñaba a recoger y poner de nuevo todo en su lugar, ahora ella sabe que si se tira algo al terminar se debe recoger y poner en su lugar.

Otro ejemplo es la basura, si vamos por la calle y trae una bolsa o algo, si encontramos un bote le enseño que ahí se debe depositar, de lo contrario deberá depositarse en el bote una vez que lleguemos en la casa, nunca en la calle.

Dependerá supongo del momento que viven tus hijos de las reglas que les debamos enseñar, los especialistas dicen que desde el momento que nacen hay que comenzar a establecerlas, sé que cada uno encontraremos la forma de hacerlo, sólo debemos buscar ser siempre coherentes.


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