domingo, 7 de diciembre de 2014

Comienza la aventura

Por Jorge Caétano*


Todo empezó un 22 de diciembre de 2010, cuando regresando de trabajar encuentro en el pasillo de casa un camino de mensajes que me conducen al estudio, en el cual me topo con la impresión de un ultrasonido en el que se aprecia un pequeño ser en desarrollo. 

Acto seguido, me dirijo a la culpable de hacerme el más feliz del mundo y con un fuerte abrazo y lágrimas en los ojos le digo que me ha cumplido mi más grande sueño... y así empieza esto de la paternidad.

Hasta ese momento todo son planes y expectativas, imaginando el sexo, proponiendo nombres e iniciando proyectos de remodelación de la casa y lo más divertido, planeando con mi esposa la forma de darle la noticia a los miembros más cercanos de la familia. 

Y nueve meses después... Un jueves 18 de agosto, después de regresar de la acostumbrada reunión con amigos, al llegar a casa saludo a mi esposa quien ya está lista para dormir, pero decide de último momento levantarse de la cama. Me voltea a ver y con toda tranquilidad me dice "creo que se me rompió la fuente"... ¡Ahora sí, momento de aplicar todo lo practicado!... ¡Nooooo!, ¿Qué hagooooo?

Mi esposa con toda la calma me dice "me voy a dar un baño, marcale al doctor para avisarle que ya es hora".

Tranquilamente, tomo el teléfono y después de varios intentos logro marcarle al doctor y le digo: Doctor, se le acaba de romper la fuente a mi esposa, ¿qué hago?

El doctor, con la tranquilidad acostumbrada me contesta "buenas noche, ¿Quien habla?...

Horas después me encontraba en la sala pre operatoria de la mano de mi esposa esperando el momento de que nuestro hijo nazca.  

Y llegó el momento, preparándome para ingresar al quirófano empiezan todas y más dudas, desde el ¿En que me metí? hasta el ¿Seré buen padre?

De pronto, escucho el llanto de un hermoso bebe (la verdad los vemos hermosos pero son algo alejado de eso), lo ponen frente a mi y en ese momento todo se olvida. Sólo se ve una luz impresionante y algo se siente en el pecho que nunca había sentido. Es una mezcla de felicidad, amor y miedo. 

Me ponen en la mano unas tijeras y me indica el doctor que corte el cordón umbilical.

Y así empieza la aventura... ser padre y sentirte como tal. 


*Soy Jorge, papá de Diego, abogado de profesión-biker de corazón. Disfruto las actividades al aire libre en compañía de mi esposa y enano.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario