lunes, 13 de octubre de 2014

¡Bienvenidas!

Y de repente un día ya los teníamos en nuestros brazos...

Tan pequeños, tan frágiles, tan delicados, tan indefensos y nosotras queriéndoles dar todo y sin saber por dónde empezar, deseando tanto ese momento, creer que nos habíamos preparado para que, llegado el día, no nos tomaran tan desprevenidas y al final, tan inexpertas.

Hoy el acceso al Internet y las tecnologías nos permite acceder a un mundo de información, que al mismo tiempo puede perdernos y confundirnos.

En YouTube podemos encontrar videos desde cómo cambiar un pañal, cómo bañar a un bebé, cómo amamantar a un recién nacido, cómo prepararse para el parto y ya con nuestro hijo en brazos no tenemos ni idea de qué hacer.

¡Qué ganas de tomar al niño, ponerle play al video de YouTube y seguir los pasos 1, 2 y 3 para darle la mamila, sacarle el airecito y ponerlo a dormir!

Pero no, al final, a todas nos sorprende la maternidad.

Por más que hayamos leído, que nos hayamos “preparado”, que nos cuenten nuestras amigas, que hayamos visto decenas de videos en Internet y sigamos leyendo, y escuchando, y viendo… Cada bebé es distinto y la conexión que logramos con nuestros hijos es única.

Afortunadamente hay algo que nos ayuda a librarnos de esas terribles batallas internas entre el qué hacer y el qué no hacer, algo que nos permite alejarnos de los consejos encontrados de las suegras, las tías y los abuelos: el instinto maternal.

Ese instinto que se despierta cuando sentimos sus pataditas en la panza, o la primera vez que escuchamos su corazón como un caballito a todo galope durante nuestra visita al ginecólogo o cuando nos por fin vemos su carita cuando el pediatra nos lo presenta en la sala de cirugías.

Y todo eso que vivimos durante el embarazo y la llegada de nuestro hijo, es apenas el principio de todos los retos que ser mamá nos pone enfrente.

De eso justamente queremos hablar en este blog.

Somos 4 mujeres –más todas las mamás que quieran sumarse- compartiendo nuestras experiencias.

Mamás que hemos asumido este rol con amor, pero que sabemos que también se requiere mucha entereza y temple. Mamás que tomamos las cosas en serio, pero sabemos que vale la pena soltarse a disfrutar de nuestros hijos.

Sería muy pretencioso de nuestra parte decir que venimos a dar consejos de cómo ser mejores mamás.

Charla de Mamás no es una guía, es compartir y retroalimentarnos, apoyarnos en formar de la mejor manera y a través de nuestras experiencias a lo más preciado que tenemos: nuestros hijos. Así que, ¡bienvenidas!


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