miércoles, 22 de octubre de 2014

Descubriendo una nueva forma de amar

Por Merle Guadarrama 


Es muy complicado mencionar  sólo una cosa y ustedes mamis me entenderán pues creo que todas coincidimos en que nuestros hijos todos son bellos y únicos.

Lo que sí puedo afirmar es que  a lo largo de esta gran aventura que inició hace dos años y que estoy segura que continuará por mucho tiempo más, es que lo que más amo y me ha enseñado mí hijo es la mujer que soy hoy en día.

La mujer que él descubrió y que me enseñó que está en mí.

Él ha sabido transformar cada momento del día en un aliento de “échale ganas mamá”; una sonrisa en “tú eres la mejor mamá”; un beso y abrazo en “te amo tal y como eres”.

Me ha ayudado a saber lo fuerte que soy y los alcances que puedo tener, él es mi mayor apoyo. ¡Cómo no amarlo en su totalidad!

Sus ojos, su sonrisa, sus gestos, todo él me impulsa a seguir adelante y a luchar por un futuro mejor para él, para mí, para los dos.

Lo que más amo de mi hijo sencillamente es que es mi Ángel, y que es mi hijo.

Me ha enseñado a saber la fortaleza que existe en mí ser y el amor tan bello, sincero y puro que existe.

Él me enseña día a día la gran bendición de ser madre y de tener salud, amor y, sobre todo, el mejor regalo de la vida: él, mi bebé.

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