viernes, 7 de noviembre de 2014

Cambio de planes

Por Anabel Sierra*




La historia sobre la mayor aventura de mi vida comenzó hace 6 años cuando me encontraba en el último semestre de la universidad y me vi con un "positivo" en mi prueba de embarazo.

La noticia me tomó completamente por sorpresa ya que no lo tenía planeado, y en ese momento estaba muy lejos de encajar en mi vida. No tenia en mis manos nada que me ayudara a afrontar esta responsabilidad. Me encontraba sola para enfrentarme al mundo y a la bola de "problemas" que se venía encima. 

¿Qué voy a hacer? Fue la primera pregunta que me hice, y sin pensarlo más supe la respuesta ya que sin conocerlo ya amaba a ese pequeño. 

Fue un año de muchas decisiones de las cuales no me arrepiento de ninguna y fue así que a mis 22 años y acostumbrada a que la vida me fuera resuelta me vi en la situación de traer al mundo y hacerme responsable de otro ser.

El camino no ha sido fácil durante estos 6 años. Me ha tocado de todo: estudiar con una panza creciendo y siendo complicado no quedarme dormida en clase; encontrar trabajo, unirme y separarme y una vez más volverme a unir  al amor de mi vida; aprender a poner un pañal; no llorar delante de  él cuando estaba con fiebre...

Pero siempre el objetivo principal en todo ha sido mi hombrecito; el gran faro que siempre me guía, mi luz y mi motivación para salir de cualquier cosa, mi pequeño Alberto.

Hoy me doy cuenta que ninguna otra decisión me habría hecho la mujer que hoy soy, y aunque como toda mamá siempre tengo miedos, el mayor de todos es si estaré haciendo bien las cosas; pero algo me queda claro y es que Dios me eligió para ser su madre, para educarlo y sacarlo adelante y eso me da confianza. 

Afirmo completamente que no se conoce el amor puro y verdadero hasta que tienes un hijo, hasta que vez a un pequeño ser que depende al 100% de ti y para quien tú eres todo, eres su heroína, su gran constante, o en palabras de mi pequeño "Una súper mami".

Aún me queda toda una vida por recorrer y mil cosas que aprender, desconozco si haré de él la mejor persona, lo único que ambiciono es que sea feliz cada día, que haga lo que ama, que disfrute su infancia y trato día a día darle lo mejor que tengo. 

Amo siempre tener ruido en casa, jugar a los Angry Birds, disfruto (por muy poco) entrar sólo a ver películas infantiles en el cine, tener la casa siempre de cabeza, los pantalones rotos cada semana pero sobre todo amo sentir sus abrazos y escuchar “Te amo mami”. 


*Ingeniera en Sistemas y mamá desde hace 6 años de un pequeño hombrecito que todos los días me despierta con una gran sonrisa.

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