jueves, 13 de noviembre de 2014

El "quinto" abuelo

Por Lizeth Hernández*




Al enterarme de que estaba embarazada, todo se convirtió en  una larga lista de tomar decisiones: ¿cesárea o parto natural?, ¿alimentación sana o me rindo a mis antojos? ¿El bebé dormirá en su habitación o con nosotros? ¿Qué nombre le pondremos? Etc, etc. Sólo había algo, o mejor dicho alguien que yo sabía sería mi guía para este nuevo camino de mamá: El Dr. Enrique Prieto.

En cuanto nació Sofi,  la llevé para su revisión general, me enseñó a detalle todo lo que correspondía al cuidado de mi bebé y me regaló un libro, vi el nombre del autor: Dr. Enrique Prieto Hernández, lo comencé a hojear, una guía práctica mensual, sin dudarlo uno de los mejores obsequios. 

Parecería un comercial el que estoy escribiendo, pero, ¿Cómo no confiar en la persona que desde los 5 años me atendió, supo mi temor a las inyecciones, me anestesió con tanto amor y cuidado en aquella operación, me consintió en mis peores enfermedades, hablaba a diario cuando la fiebre no cedía?

Podría seguir enumerando las cualidades que el ahora pediatra de Sofi tiene, pero con lo anterior quiero expresarles que a partir de las virtudes que veo en nuestro médico, el quinto abuelito de Sofi, es como podría recomendarles tomar una decisión:

1. Creo que la recomendación de boca en boca es fundamental. Si bien es cierto no todos los niños son iguales, el que alguien conocido y de confianza te recomiendo con su médico, puede darte fundamentos para elegirlo.

2. Líneas abiertas de comunicación. El Dr. Enrique me dio la absoluta confianza para marcarle, enviarle un mensaje, llevarle a Sofi al consultorio, situación que me tranquiliza, ya que es una persona accesible, cercano y sobre todo muy humano ante las situaciones de tensión (que siendo mamá primeriza, creo todo era una emergencia).

3. Actualizado. Cualquier situación que para mí por supuesto es desconocida con Sofi, su médico tiene la respuesta, la solución, el tiempo que tardará, causas y posibles consecuencias del padecimiento que tiene. 

4. A prueba de nervios. Sofi a las 6 de la mañana con fiebre altísima, nada se la controlaba, lloraba y lucía terrible. Inmediatamente le marqué al médico y su voz tranquila pausada, el atento para escucharme, siempre me ha ayudado para que en situaciones extremas.

5. Súper Médico- Súper ser humano. Nuestro médico se ha convertido en un familiar, veo como abraza a Sofi, se preocupa por ella, la consiente. Y al finalizar la consulta siempre tiene algo nuevo que platicarnos, una sonrisa que ofrecernos y alguna anécdota que nos hace salir siempre satisfechos de su consultorio.


La decisión es personal y en mi caso siempre todo platicado con mi pareja, pero el contar con el médico que Sofi tiene, ha sido una tranquilidad para nuestra vida y sin dudarlo el desarrollo de mi hija lo demuestra.


*Soy comunicóloga, mamá de Sofi desde hace un año. Me dedico a la producción de TV y a las Relaciones Públicas. Hace poco descubrí mi gusto por la repostería, actividad que me relaja.

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