lunes, 3 de noviembre de 2014

Llegaron los hijos y, ¿dónde queda tu relación de pareja?

Por Ceci Torres




Me queda claro que no es tan fácil preservar la relación de pareja ya con niños en casa.

Antes de que Diego naciera no era nada difícil, los detalles, los viajes, el tiempo solos, las salidas a romancear. Pero, ¡sorpresa! Un día llegó un pedacito de amor que necesitaba de toda nuestra atención, nuestro tiempo, nuestra agenda y lo que se le sumara en el camino. 

Cosa que por supuesto hizo que la pareja pasara a un segundo término (sin estar consciente de ello), en algunos casos creo que este tema se queda incluso hasta en último término.

Y es que a veces creo que consideramos que la pareja está ahí todo el tiempo y ahí tiene que seguir y eso es un grave error.

En mi caso me di cuenta cuando Diego tenía unos meses. De repente caí en cuenta de que había cierta distancia entre Jorge y yo. 

Me parece que él me veía en un quehacer acelerado y diario y yo por mi parte, no alcanzaba a verlo, estaba tan enrollada en saber ser mamá, organizarme, ver cómo lidiar con la chamba y la lactancia, y no me di cuenta que él seguía ahí, listo para volver a tener a Ceci la mujer y no solo a la mamá de Diego. 

Cuando afortunadamente me di cuenta de esto retomamos, poco a poco, porque tampoco es tan fácil. Uno no nace sabiendo ser papás y luego está el organizarse con dos educaciones e historias que muchas veces son tan distintas, que solo la comunicación y el amor hacen que uno pueda sentarse a ver hacia qué camino quiere llevar a su pareja, a sus hijos y a la familia que ahora juntos han formado.

Este tema es fundamental y debe serlo para ambas partes. Jamás perder de vista por qué elegimos a esa pareja desde el primer día, por qué nos enamoramos de él (o ella en su caso), porque lo consideramos un buen compañero, amante, amigo, papá, confidente. 

Si comprendemos que nuestros hijos necesitan de todo nuestro tiempo, nuestro amor, nuestra paciencia, a veces hasta nuestra flexibilidad para ver las cosas distintas a lo que estamos acostumbrados a ver,  también podemos tener la capacidad para ver de la misma forma a nuestra pareja. Finalmente sin ellos hoy no estaríamos aquí y recordar que al igual que la relación con nuestros hijos hay que cosecharla todos los días. 

No perdamos la capacidad de ser cariñosos, detallistas, de agradecer a nuestro compañero el estar ahí todos los días, el querer seguir compartiendo a su lado y les aseguro que esto también es algo que a lo largo nuestros hijos también lo van a agradecer, ya que crecerán aprendiendo a ver lo que es el amor, la paciencia, la comunicación y la negociación.

Y ustedes, ¿qué hacen para cuidar del amor de su pareja?

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