lunes, 17 de noviembre de 2014

Razones para tener fotos de nuestros hijos

Por Rodrigo Zendejas*




Hoy en día el hombre tecnológico mínimo toma 5 fotografías de lo que hace en su día compartiéndolo en sus redes sociales o a través de mensajería instantánea, creo que ahí está la pequeña diferencia, la cercanía de los aparatos tecnológicos como querer formar parte de la tan afamada “selfie”.

Mi primer trabajo fotográfico a un baby fue un reto increíble por lo que significa congelar todo lo que hace por naturalidad en un día común y corriente, un angelito que no posa y que al minuto puede sonreír y después soltar el llanto, debes también tener mucho cuidado en encontrar el ángulo perfecto y que ésta no salga fuera de foco. Una vez concluido empieza la satisfacción no sólo del trabajo hecho sino de ver los rostros de los padres.

El momento más mágico es cuando entregas las fotografías a los papis y el bebé empieza a señalar y reconocerse en el cuadro con su retrato impreso, al momento no pasa nada, sólo señala por instinto, pero en varios años apuesto que será el hombre más feliz de ver cómo era cuando tenía menos de un año de edad y las muecas increíbles que hacía y el amor y suspiros que provocaba en la gente. 

Estoy por cumplir 23 años y presiento que conforme pase el tiempo más anhelaré tener mi cuarto repleto de fotos mías cuando era un bebé (o mínimo un cajón), no es que les reproche a mis padres que no me hayan tomado tantos retratos como me hubiera gustado tener; pero analizando bien, estamos en otra era.

Tampoco es que no me haya visto cómo tenía mis facciones de bebé, tengo la foto típica de caritas, donde estoy haciendo un batidillo con la comida, saliendo de bañarme en ¡paños menores!

Soy un apasionado de la fotografía y poco a poco se ha hecho parte de mi estilo de vida. En este medio he aprendido a ver el sentimiento puro que sale de este papel que para muchos es basura, para mí un verdadero arte.

Ese soy yo, el chico que disfruta estar dando "click" al botón para que de 5 tomas tenga una preferida y la comparta con la gente y vea lo maravilloso que puede tener una fotografía y las emociones que causa a corto, mediano y largo plazo un hermoso bebé. 

Mamis y papis si aún no han tomado la decisión de hacer una sesión fotográfica a sus hijos háganlo, diría mi madre "crecen muy rápido y de la noche a la mañana son unos adultos". 

No me canso de decir que el retratar es una forma de expresarte y de ver la vida desde otro ángulo, todos pasamos por esta etapa que para mí es la más bella y la más importante para hoy en día ser lo que somos. 

Si tienen ganas de suspirar los próximos años congelen sus mejores momentos con sus bodoques lo más pronto posible.

Les dejo algunas ideas

1. ¡Verlo crecer! Sacar cada año (o cada mes durante el primer año) una fotografía del niño, en la misma fecha y en el mismo lugar, creará una bonita secuencia para admirar cómo cambia y crece el pequeño con el paso del tiempo.

2. Guardar los momentos memorables. Los cumpleaños infantiles, la caída del primer diente, el primer día en la escuela, sus primeros pasos, etc. Una imagen ayudará a retener en la memoria los instantes más significativos en la vida de un hijo.

3. Los detalles. Sus pequeñas manos o piececitos, un primer plano de sus ojos o incluso su primera herida con una tirita son algunos de los detalles que se pueden fotografiar para crear originales instantáneas.

4. Complementos perfectos. Un buen ramillete de globos, unas divertidas pompas de jabón, una cariñosa mascota o un bonito peluche son recursos que se pueden utilizar para conseguir capturas divertidas y diferentes de los más pequeños.


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